Los Pasivo-Agresivos



El perfil agresivo pasivo se esconde en su silencio como arma arrojadiza. Como filo de coacción. Son esos momentos en que le preguntamos a la otra persona qué le ocurre. Y él o ella nos responde aquello de “nada”, con una expresión en su rostro que demuestra rabia y desprecio.

Falta absoluta de cooperación, suele ser muy habitual, el hecho de no responsabilizarse de muchas cosas deja a estas personas en una situación de falso poder. Su inmovilidad le da pie para juzgar a los demás. Evitan no involucrarse en muchas cosas, como queriéndose aislar en su propia esfera de perfección. Desde donde criticar al resto. Existe de hecho una expresión popular muy acorde para esta característica: “Es como el perro del hortelano, ni come ni deja comer”.

Fingir que siempre está distraído/a. Es posible que más de una vez, ya sea a nivel de pareja o con otra persona, hayas percibido a esas personas que dicen “no escucharte bien” cuando les hablas. Que cuando te diriges a ellos/as están mirando a otro lado, como atendiendo otros aspectos, sin percibir que les estás hablando. Es, un modo de manipulación muy sutil.

Disimulan sus enfados. Es otra estrategia muy común. Sabemos que están molestos o molestas por algo, sin embargo nos reafirman que no es así. Levantan un muro donde evitan cualquier conversación repitiéndonos que están bien, mientras intuimos su incomodidad.

Son hábiles artistas del sarcasmo: puede que no nos digan qué les ocurre, qué les molesta. Pero sin embargo, desplegarán unas dotes implacables para el sarcasmo. Ahí donde atacarnos, donde lanzar pequeñas flechas a nuestra autoestima, a nuestro equilibrio e integridad. Es algo muy recurrente en el perfil pasivo-agresivo.

La victimización. Otra técnica indispensable en toda relación tóxica. Al ser personas que no saben expresar sus emociones, decir en voz alta qué les molesta o qué quieren, caen queriendo o sin querer en una clara victimización. Según ellos, son los menos atendidos y respetados, ellos el centro de ese universo incomprendido donde sus parejas, ejercen las peores artes posibles para hacerles infelices.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario