Cuando el Hombre es la Víctima



La idea de que el varón podría ser víctimas de abuso y violencia doméstica es tan increíble para la mayoría de las personas, que muchos hombres ni siquiera intentan divulgar su condición. Si se da a conocer la situación,  más de uno lo comenta como una novedad o con cinismo y burla, tanto por  sus pares como por los que investigan los acontecimientos.   

Aún en nuestros días, los mitos y prejuicios prevalecen dentro de la sociedad. Se siguen adjudicando características y roles que tanto el hombre como la mujer deben desempeñar dentro de las relaciones de pareja: la mujer es el “sexo débil” --dada a la ternura y la emocionalidad, es vulnerable y necesitada de amparo y protección.  El hombre es el “sexo fuerte”, el “macho” -- enérgico,  valiente,  competitivo, callado, invulnerable a la ternura y la emocionalidad, proveedor y protector del más débil. Pero estos no son más que mitos sociales, y la agresión hacia los hombres por parte de sus compañeras femeninas a ido incrementándose.


Esta problemática que sí existe --aunque no en el mismo porcentaje alarmante de la víctima mujer,  no es nueva, pero  en los últimos años se está haciendo  más evidente. Sin embargo aún no se ha logrado precisar en su real magnitud y su intervención como fenómeno social  ha sido limitada consciente o inconscientemente, por ribetes culturales, religiosos, políticos, económicos.  Es además, desconocida por legisladores y por la sociedad en su conjunto. La realidad es que en la práctica, no se le considera como violencia, se minimiza o se ridiculiza.

Observamos una  escena en la que el marido maltrata a la mujer: sentimos indignación, nos incomoda, lo desaprobamos y criticamos. Observamos otra escena en donde la mujer es la que maltrata al marido: nos causa gracia, nos reímos y lo aprobamos porque  pensamos que el “débil”  está venciendo al “fuerte”. Sin embargo, no nos damos cuenta de que en ambas escenas, se está ejerciendo violencia. 

Los factores comunes para que el varón víctima no se separe o haga la denuncia, son culturales, sociales e individuales y están en estrecha relación con las causas que originan este fenómeno. 

Muchos hombres sufren en silencio, ya es hora de darles voz!

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