Trastorno Histriónico de la Personalidad
La causa del trastorno histriónico de la personalidad se desconoce. Los acontecimientos de la primera infancia y los genes pueden ser los responsables. Se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. Los médicos creen que hay más hombres que pueden tener el trastorno de los que reciben el diagnóstico.
El trastorno histriónico de la personalidad generalmente
comienza al final de los años de la adolescencia o poco después de cumplir los
20 años.
Síntomas
Las personas con este trastorno generalmente están en
capacidad de desempeñarse a alto nivel y pueden ser exitosos tanto a nivel
social como laboral.
Los síntomas abarcan:
·
Actuar o lucir exageradamente seductor
·
Dejarse influenciar fácilmente por otras personas
·
Estar demasiado preocupados por su apariencia
física
·
Ser exageradamente dramáticos y emocionales
·
Ser demasiado sensibles ante las críticas o la
desaprobación
·
Creer que las relaciones personales son más
íntimas de lo que realmente son
·
Culpar a otras personas de sus fracasos o
decepciones
·
Buscar constantemente confianza o aprobación
·
Tener baja tolerancia ante la frustración o la
demora en la gratificación
·
Necesidad de ser el centro de la atención
(egocentrismo)
·
Estados emocionales rápidamente cambiantes que
pueden parecer superficiales para otros
Las personas con esta afección a menudo buscan tratamiento
cuando experimentan depresión o ansiedad por relaciones sentimentales fallidas
u otros conflictos con personas. Los medicamentos pueden ayudar con los
síntomas. La psicoterapia es el mejor tratamiento para el trastorno en sí.
Estas personas son muy “dramáticas”, pueden tener síntomas
similares al trastorno bipolar o ser un mix de ambos.
A diferencia de los perversos narcisistas, los histriónicos
si tienen empatía, sus actuaciones son más en busca de aprobación que de gratificación,
pocas veces caen comportamientos perversos (agresiones), el narcisista usa la
perversión como medio de obtener lo que quiere.
Este trastorno puede afectar las relaciones sociales o
sentimentales. La persona puede ser incapaz de hacerle frente a las pérdidas o
fracasos. Puede cambiar de trabajo frecuentemente, debido al aburrimiento o a
su incapacidad de hacerle frente a la frustración. Una persona con este
trastorno anhela cosas nuevas y excitantes, lo cual la conduce a situaciones
arriesgadas. Todos estos factores pueden llevar a una mayor probabilidad de
depresión.
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