La venganza



La investigación psicológica de la venganza es muy interesante y variada. Por una parte se ha estudiado qué características psicológicas tienen las personas que son más vengativas, así como la influencia de las sociedades y la cultura. Por otra, se ha planteado qué pasa en el cerebro cuando se ejecuta este acto, pero lo interesante radica en la paradoja psicológica que se da al ejercerla, así  como las consecuencias que tiene para el mismo sujeto después de haberla ejercido.

En cuanto a características psicológicas se refiere Mckee, Psicólogo social de la Universidad de Adelaida en Australia, publicó un artículo donde afirmaba que “la gente más vengativa es aquella que se siente motivada por el poder, la autoridad y el estatus. Tienen una personalidad menos tolerante y menos benévola” lo que nos da a entender una predisposición hacia la misma.

El Perfil Psicológico de quien planea y lleva a cabo una venganza

Planear algo, cualquier proyecto que sea lleva tiempo y dedicación. Hay que pulir los detalles y prestar mucha atención al trabajo en sí. Son horas pensando en el proyecto, muchas veces es en lo único que se piensa.

Ahora traslademos esta actitud a aquel individuo que planea y trabaja para conseguir una venganza. Pasa horas, si no todo el día llenando su cabeza de pensamientos violentos, de como evitar un posible encuentro con la policía, de la satisfacción que sentirá al llevar a cabo su acto.

La mayoría de los seres humanos con un par de días de esta constante auto toxicidad tenemos suficiente, y o seguimos un proceso legal o simplemente le echamos tierra al asunto, pero una mente perturbada no. Un perverso narcisista o un psicópata puede pasar años planeando, deseando y justificando su venganza y su agresión.

Una cosa es tomar partida de un acontecimiento presentado por la vida, el cuál te dará retribución por un mal que te hagan hecho. De esto se tratan las demandas judiciales, por ejemplo. Otra cosa muy distinta es planear, pensar, trabajar, y crear una venganza.

la Psicología criminal ha rebasado en mucho el límite de la observación individual del sujeto antisocial, extendiéndose hacia estudios de la conducta criminal y de los factores psicológicos que influyen en la criminalidad, sean estos individuales o colectivos. En cualquiera de los dos casos, se dará un acto criminal si el sujeto se siente protegido por la cultura y/o opinión pública, religión o cualquier otro justificante. He aquí muchas de las razones de los femizidios.

Entonces encontramos sujetos socialmente adaptados, resguardados bajo las creencias y costumbres más arcaicas de su cultura, muchas veces siendo justificado por las mismas mujeres, quien en son de venganza mata, humilla, degrada, ofende, o maltrata a su mujer.

Y su contra parte femenina justifica el acto de venganza victimizándose, buscando validación en el feminismo, por ejemplo.


 El ser vengativo es:
Metódico
Paranoide
Agresor
Narcisista (cómo me va a hacer esto a mí)

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