Los narcisistas viven en su propio Narnia.



Los narcisistas viven en un mundo irreal creado de sus propias fantasías. Dicho mundo puede ser de grandeza económica e intelectual. Pero también puede ser de grandes moralistas. Cuando no han logrado llegar a ningún lado en el ámbito laboral o económico, muchas veces se vuelven hiper moralistas, entonces encontramos narcisistas en círculos espirituales, o jugando a ser madres y padres abnegados, donde sus víctimas preferidas son sus propios hijos.

Los narcisistas no viven en el mundo real, viven en la falacia que tienen en su cabeza. Por eso al mentir, ellos no lo ven como una mentira, sino como la versión real, pues es lo que tienen en la cabeza. “Hasta la mierda de locos” diría una amiga mía…

Es por esto que tratar de llegar a alguna conciliación o entendimiento con un narcisista es imposible, pues estamos hablando de dos personas compartiendo el mismo espacio físico, pero en dos realidades mentales completamente distintas. La mayoría de los seres humanos empáticos, vivos en el mismo mundo, con ideas cambiantes pero donde la realidad colectiva es más o menos la misma. Los narcisistas viven en su propio Narnia.

Nuestros pensamientos dan lugar a nuestras acciones y costumbres. Esto es así para todo ser humano, incluidos los perversos narcisistas, entonces, si ellos piensan que son los grandes moralistas, los más inteligentes, los que tienen el derecho de, se comportaran de dicha manera, como lo muchos lo hemos comprobado.

Para llegar a entender cómo funciona la mente de un narcisista específico, hay que transportarse a su realidad ilusoria para ver cómo es que él o ella está percibiendo la realidad. Son literalmente los reyes y dioses de su propio universo y el resto de los seres humanos les deben pleitesía, y esto lo justificaran de mil maneras. Pasarán de ser los más déspotas a la víctima más dolida, todo para mantener su fantasía intacta, pues si esta se llega a caer, despertarían a la realidad colectiva. No conozco ningún caso donde esto haya sucedido, no creo que su YO tan quebrantado aguantara el choque.

Para los narcisistas las necesidades ajenas son muestras de debilidad de carácter, de necedades por parte de otras personas, quienes debería regocijarse y agradecer la mera presencia del narcisista.  En la mente del narcisista el hecho de que se le sirva debería ser suficiente fuente de gratificación para la otra persona. Como el esclavo alegre de servir a su amo y dicho esclavo debe estar anuente a ser víctima de abuso sexual, físico y psicológico cada vez que a su amo le dé la gana.

La empatía es la base de la compasión. Al no haber empatía, como es el caso de los narcisistas, realmente NO LES IMPORTA los sentimientos o el dolor ajeno. Se burlarán de tus lágrimas y usarán tu angustia en tu contra. Dichas manifestaciones las ven como “inmadureces”, “necedades”, “mentiras” o inclusive que esta es la más irónica, dirán que son formas para manipularlos a ellos…

Los narcisistas proyectan en sus víctimas sus propios defectos, es decir, si en el fondo realmente se sienten que no valen nada, eso lo que le harán sentir a su pareja o víctima de predilección, y jugaran de salvadores, de bienhechores ante “esa pobre persona sin autoestima”. O bien, si en el fondo saben lo locos que están, proyectarán eso en la víctima haciéndola creer que es ella quien tiene problemas mentales y que él “como es tan bueno” estará ahí para cuidarla.

Un ejemplo de caso específico: una madre narcisista abogada cambió los bienes de su hija sin su consentimiento y los puso a nombre de una amiga de ella y su excusa fue: “lo hice para protegerla”.  Increíblemente, estos parias siempre encuentran quienes les ayuden en sus fechorías. Para que te crean una mentira, te la tienes que creer tu primero, por eso los narcisistas son tan buenos mintiendo, porque realmente se creen sus propias mentiras.


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