La mitomanía

La mitomanía, también denominada pseudología fantástica, es la patología psicológica que hace referencia a una conducta repetitiva del acto de mentir, lo que le proporciona una serie de beneficios inmediatos, como admiración o atención.
Los mitómanos son adictos a la mentira y aunque quiera, no puede dejar de mentir, pues se ha convertido en una parte de su forma de comportarse y relacionarse con los demás, llegándose a sentir indefenso si no adorna la verdad con mentiras que la hagan más interesante.
Los narcisistas patológicos son mitómanos a la vez, sin embargo estos primeros lo hacen con un deseo más perverso de subyugación de su víctima y de manera calculada.
El mitómano puro no controla su adicción a la mentira, y lo hace sin ningún deseo perverso, es una hábito que se le convirtió en una enfermedad.
La situación que puede originar un comportamiento mitómano suele estar relacionada con el estrés, cuando la persona se encuentre en un momento comprometido y piense en recurrir a la mentira como una salida fácil a dicha tensión; precisamente esa liberación que va a sentir cuando salva la situación con la mentira va a ser el motivo para que se vuelva a repetir en otras ocasiones.
Si una vez detectadas por los familiares y amigos las mentiras no son cortadas a tiempo, pueden reforzar al mitómano a seguir con esa actuación, al no encontrar freno a su conducta adictiva. La forma de proceder pues sería enfrentar al mitómano a la verdad, y exponerle las consecuencias de ello, especialmente sobre sus relaciones personales.